"El zapatero prodigioso", como le calificó Cabrera Infante, o "el diseñador de zapatos más influyente del mundo", según el New York Times, tiene nombre propio: Manolo Blanik. Sus "manolos" han protagonizado cientos de artículos y editoriales de moda y han calzado los pies más fotografiados sobre la alfombra roja. Verdaderos objetos de culto, las creaciones de Blanik son veneradas en todo el mundo.
Nacido en 1943 en Canarias, hijo de madre española y padre checo, Blahnik fue educado en Ginebra, París y Londres. Después de graduarse, empezó a trabajar como diseñador de vestuario para teatro, pero fueron sus zapatos los que llamó la atención de Diana Vreeland, editora de Vogue América. Ella le convenció para que se dedicase al mundo del calzado y poco después, en 1973, abrió una tienda en Chelsea. Desde entonces se ha convertido en un punto de referencia del glamour internacional.
Blahnik, que afirma que sus zapatos son para mujeres "que quieren estar fantásticas" , es conocido sobre todo por sus tacones de aguja. Sorprendentes, femeninos y artesanales, los "manolos" ocupan un lugar de honor en el mundo de la moda. Entre su clientela habitual se encuentran Naomi Campbell, Kate Moss, Madonna y, por supuesto, Sarah Jessica Parker, cuyo personaje más conocido, Carrie Bradshaw, protagonista de la serie "Sex and the City" adoraba las creaciones de Blahnik hasta el delirio. Una de sus creaciones se puede encontrar incluso en el museo Victoria & Albert de Londres.
En 2005 Blahnik abrió las puertas de su primer establecimiento en Madrid en la calle Serrano. María Jiménez.
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